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sábado, 26 de octubre de 2013

EL CUENTO DE LAS 3 ORUGAS: PESIMISTA, REALISTA E IDEALISTA. TU REALIDAD O TU FANTASÍA

EL CUENTO DE LAS 3 ORUGAS: PESIMISTA, REALISTA E IDEALISTA. TU REALIDAD O TU FANTASÍA



 oruga



"Érase una vez tres orugas que ignoraban su futuro como mariposas. Sus nombres eran: Pesimista, Realista e Idealista. Se les acercaba la hora de su transformación y empezaron a sentir los primeros síntomas….

Su voraz apetito fue desapareciendo, su movilidad menguaba a gran velocidad y, finalmente, sintieron como el capullo les aislaba del mundo conocido, de la seguridad de lo cotidiano. En la oscuridad del misterio de su futuro, tuvieron pensamientos distintos:

Pesimista se dijo a sí misma que estaba viviendo el final de su vida, y en lo más profundo de su sentir, se despidió de los buenos momentos.
Realista se dio ánimos diciéndose que todo aquello sería momentáneo y que, tarde o temprano, todo volvería a la normalidad.
Idealista sintió que, aquello que le estaba ocurriendo, podría ser la oportunidad para que se cumpliese su sueño más preciado: poder volar. Y aprovechó la oscuridad para perfeccionar sus sueños.
Cuando los tres capullos se abrieron, dejaron ver tres realidades iguales y distintas, a la vez…

Pesimista era una bellísima mariposa, pero…. estaba muerta… Había muerto de miedo.

Realista era una hermosísima mariposa, pero…. a pesar de ello, empezó a arrastrarse como cuando era oruga. Con satisfacción, dio las gracias al cielo por haber podido seguir igual.

Idealista, nada más ver la luz del día, buscó sus alas… y al verlas, su corazón rezumó alegría, emprendió el vuelo, y dio las gracias, repartiendo su dicha por todo el bosque.”

El relato está extraído del libro “Veintitrés maestros, de corazón. Un salto cuántico en la enseñanza” del profesor de matemáticas y física y divulgador del nuevo paradigma científico y educativo Carlos González Pérez

Este cuento nos habla de nuestro propio destino. Cada uno puede forjar su destino según su visión de la vida. Siempre tenemos la oportunidad de elegir nuestro camino. 
Elegí ser feliz! Mirá hacia delante con alegría! No estás solo en tu penar, muchos lo comparten, pero como vos, no lo comentan.
Disfrutar de las pequeñas cosas de la vida es tener fé y esperanza. 
¡No las pierdas nunca ...!

domingo, 1 de septiembre de 2013

Los Ancianos y la Maravilla de la Vida

 







Miraste alguna vez un anciano con detenimiento?
Al hacerlo, te darás cuenta que es un espejo en el que puedes ver no solo su historia sino tu futuro.
Es en sí, una sucesión histórica de hechos que se repiten en forma cíclica, una y otra vez. En ellos verás la maravilla de la vida y la sabiduría de la Naturaleza.
No permitas que pase desapercibido a tus ojos el imponente ciclo que nos fue impuesto el día que nacimos, y que "finalizará" el día de nuestra muerte.
Finalizará entre comillas porque, según las leyes naturales, hemos de dejar descendencia, que reiniciará el ciclo.
A aquellos que continúan nuestra existencia les dejaremos las pautas para transitar el camino que ya hemos andado. Las mismas pautas que recibimos de quienes nos precedieron. Solo pautas ... Pautas para decidir como transitar el camino de la vida. "... Se hace camino al andar ..." dice la canción de Joan Manuel Serrat.
Si comprendemos esto, tan simple y sencillo y a la vez tan complicado, por pasar desapercibido ante nuestros ojos llenos de sociedad; habremos entendido el mandato de la Naturaleza: "Nacer, vivir, reproducirnos y morir".
Creemos que cada etapa de nuestra vida es única y eterna. Con esta ceguera transitamos el mundo hasta la edad avanzada. En la última etapa, alojados en una carcasa ajada por los años, comprenderemos que ni fuimos únicos, ni somos eternos. Es tarde para desandar el camino, la armadura está floja y un poco oxidada por el uso. Propongamos entonces extender nuestra visión a nuestro alrededor y hacia el futuro.
Comencemos mirando a quienes nos rodean y cuales son las pequeñas grandes cosas que podemos mejorar. Con un ejemplo quizás entendamos mejor estas ideas:
Somos padre/madre de familia, tenemos a nuestros padres y tenemos hijos pequeños o adolescentes. Somos presidiarios de una sociedad consumista, los muros invisibles que imponen nuestros jefes, el avance tecnológico, el dinero, las metas por alcanzar nos obnubilan ...
Somos prácticamente "imprescindibles" y agobiados por el trajín diario no tenemos tiempo de mirar alrededor, solo un paso más allá de nuestra nariz, allí donde están nuestros seres queridos. Nuestros hijos llaman nuestra atención por sí mismos, pero quienes nos precedieron, ellos a quienes convertimos en abuelos o tío abuelos en un abrir y cerrar de ojos, los que pasaron a la etapa de "prescindibles" para la sociedad que les indica que es hora de jubilarse y "DESCANSAR"... Están vivos! Y tienen mucho para ofrecer. Para descansar tienen el resto de su muerte. Anhelan continuar siendo útiles y los descartamos. Tienen el tiempo y la invaluable experiencia y sabiduría para transmitir.
En el mundo occidental aumenta cada día el desinterés por la tradición familiar. Podrán argüir que la vida cambia, que el ritmo es más acelerado, que el tiempo no alcanza para sentarse a escuchar historias antiguas y repetidas.
A sacarse la venda de los ojos! Las bases de la vida no cambiaron, esas que escribió la naturaleza hace millones de años para asegurar nuestra supervivencia, están vigentes.
En Oriente los niños conviven con sus abuelos o son llevados a su casa para escuchar y aprender sus enseñanzas. Escuchar sus historias, respetarlos y venerarlos por su sabiduría de vida.
Si nosotros no mostramos respeto ¿Qué le estamos enseñando a nuestros hijos que copian nuestros modales y nuestra forma de vida en detalle, aún sin darse cuenta? Les enseñamos que el día que seamos mayores seremos descartables. ¿Es eso lo que deseamos ser?
Dejo un espacio para que reflexionen... Hoy no es solo hoy, también es mañana y mañana es parte del ciclo de la vida.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Yo elijo. No a la Angustia. No al Cáncer

La Argentina vive hoy momentos muy difíciles. Momentos de presión, miedo y angustia. No es necesario envejecer para enfermar o sufrir
La disconformidad en silencio desata la muerte en nuestro interior. Intentamos seguir adelante, pero las fuerzas flaquean. Nos están devorando el alma y no nos damos cuenta.

¿Cómo es posible?
Simplemente tragando amargura enfermamos el cuerpo. 

"Lo que no explota desde el interior, MATA"

En silencio, mansamente, descargando apenas con insultos en la calle, con desprecio hacia nuestros conocidos y no conocidos. Pero todo sigue dentro, comiéndose nuestras entrañas.
- Tengo un amigo que tiene cáncer ... Y otro ... Y otro...
- ¿Qué ocurre? ¿Hay una epidemia?
- No, el cáncer no se contagia. El cáncer se provoca desde dentro

La angustia baja nuestras defensas y el cáncer toma el mando de nuestro cuerpo.
¿Podemos evitarlo?
Si! Podemos
Comparemos nuestro cuerpo con una ciudad. Hay en ella personas que han nacido con algún defecto? Si, las hay.
Bien, nuestro cuerpo es como una población, pero compuesta de células. Algunas de esas células se han formado con defectos (mutaciones) pero el sistema inmunitario, poderoso protector de nuestro organismo las mantiene calladas, no les permite expresarse.
Cuando el sistema inmunitario está deprimido, esas células toman el control y producen más células idénticas a ellas. Alguna forma de cáncer.
¿Por qué se deprime el sistema de defensa?
Angustia, miedo, tristeza, dolor profundo, obsesión, etc
¿Qué causa estos sentimientos?
La muerte de un ser muy querido, pérdida de la fortuna, opresión y maltrato en el trabajo, entre otras tantas.
Es tan simple combatirlas venciendo los miedos, sacando al exterior nuestro sentimiento, acercándonos solo a los que nos quieren, nos tratan bien, nos miman.
Piénsenlo. La cosecha es posterior a la siembra. 
"Siembren bondad y cosecharán alegrías"